Editorial I CD21

En un escenario convulso dominado todavía por la pandemia del sars-cov2, que sigue obligándonos a combinar la “nueva normalidad” con la estrategia de “quedarse en casa”, presentamos el número 21 de Coyuntura Demográfica, cuya liberación se vio afectada dado que la pandemia alcanzó también al equipo editorial de la revista. Con todo, creemos que la espera ha valido la pena, por la calidad y pertinencia de los temas aquí abordados.

En este número ofrecemos un interesante abanico temático, que va de la desnutrición infantil a la preocupante y aún vigente problemática del embarazo adolescente y su repetición. En el ámbito laboral, conjuntamos tres temas: una reflexión sobre las transiciones en el empleo y el acceso a la seguridad social, el efecto de la pandemia por Covid 19 en la relación entre trabajo remunerado y el de cuidados en un contexto local, y los vínculos entre los trabajos remunerados y las tareas de cuidado familiar en la vida de mujeres que pertenecen a dos generaciones nacidas en la primera mitad del siglo pasado.

De igual modo, la familia tiene en este número un papel protagónico, al retomar el contexto de la pandemia y reflexionar acerca de los arreglos familiares extensos en el año 2020. Incluimos, asimismo, un texto de opinión sobre el papel de las familias al iniciarse la pandemia.

Retomando, por otro lado, nuestra tradición de ofrecer una temática novedosa en cada número, hoy presentamos una discusión, desde la demografía, sobre las potencialidades analíticas de una fuente de información como es el Padrón Electoral Mexicano. Asimismo, en el escenario de la pandemia, en donde es cada vez más relevante el cuidado, el número cierra con una entrevista a Marta Ferreyra, Directora General de la Política Nacional de Igualdad de Derechos de las Mujeres, del Instituto Nacional de las Mujeres, quien destaca la importancia de disponer de un Sistema Nacional de Cuidados.

Como es costumbre, resumimos a continuación aspectos de los artículos que conforman este número.

El artículo de Novak y Hernández reflexiona sobre los beneficios asociados a la participación de niños y niñas indígenas en edad preescolar (de 0 a 5 años) participantes en un programa de asistencia alimentaria, el Programa de Apoyo Nutricional, A.C., Proan. En relación con los niveles nacionales, se compara la situación nutricional de las niñas y niños asistidos por el Proan y se dimensiona el efecto que sobre el estado nutricional (acortamiento, emaciación y bajo peso) presenta el conjunto de las intervenciones. Los autores sostienen, inicialmente, que “los resultados de bajo peso apuntan a la necesidad de atender a los menores a edades muy tempranas con el fin de [poder] prolongar su tiempo de exposición al Programa [y obtener mejores resultados]”.

Los resultados que se obtienen al estudiar a 46 localidades de la Sierra Norte de Puebla en el municipio de Cuetzalan del Progreso, México, coinciden con los de otros estudios realizados en comunidades indígenas. Destaca el hecho de que “los factores de orden cultural que atañen a las relaciones interétnicas, de género y generación adquieren relevancia como categorías explicativas para entender los procesos de salud/enfermedad, [aspecto que debe ser tomado en cuenta] en el diseño de políticas públicas apropiadas para mejorar las condiciones de vida y de salud de este sector vulnerable de la población”.

En su trabajo, Menkes y Sosa-Sánchez sostienen que el embarazo adolescente es un problema de salud y de derechos sexuales, reproductivos y humanos. Las autoras exploran algunos factores sociodemográficos asociados tanto al primer embarazo como a los subsecuentes cuando ocurren durante la adolescencia, considerando variables tales como estrato social, tamaño de localidad, pertenencia étnica, abandono escolar, edad a la primera relación sexual, uso de métodos anticonceptivos en la primera relación sexual y estado civil durante el primer embarazo. A diferencia de numerosos estudios que sólo reportan la ocurrencia de una concepción durante la adolescencia, este trabajo tiene el acierto de considerar el tema de la repetición.

Sus resultados sorprenden pues se señala que “más de una cuarta parte de las jóvenes mexicanas que se embarazaron siendo adolescentes tuvieron más de un embarazo en esa etapa de su vida”. Es a partir de un modelo estadístico que las autoras muestran que si bien “las jóvenes que experimentan más de una gestación durante la adolescencia son quienes se inician sexualmente a edades más tempranas y quienes no se protegieron en su primera relación sexual”, observan también la existencia de “una estrecha relación entre las jóvenes que tuvieron más de un embarazo durante su adolescencia y las condiciones objetivas de vida más desfavorables”. Llegan entonces a la conclusión de que “el embarazo subsecuente en la adolescencia indica el recrudecimiento de la exclusión y de la desigualdad social en los contextos donde tiene lugar”.

El texto de Rodríguez Abreu aborda el tema del trabajo y sus transiciones considerando tres condiciones: estar desempleado, estar empleado contando con seguridad social y estar empleado careciendo de tal beneficio. Buscando identificar las diferencias en el acceso a prestaciones, por sexo y cohorte, el autor acude a los modelos multiestado de Markov, estimando las probabilidades de transición y tiempo promedio de estancia en los tres estados, a partir de la información que ofrece la Encuesta Demográfica Retrospectiva 2017.

Rodríguez Abreu observa importantes reducciones en el acceso a la seguridad social entre la población estudiada, especialmente para la cohorte de 1982-1991, en coincidencia con las reformas a la Ley del Seguro Social que modificaron los requisitos de acceso a los sistemas de pensiones. El autor se refiere también a la persistente presencia de diferencias de género en las
transiciones, y sostiene que la entrada en unión reduce la propensión a cambios de estado, mientras la separación resulta en mayores transiciones a empleos sin seguridad social y menores transiciones fuera del empleo.

Con información levantada mediante una encuesta en línea (no representativa) a una muestra de mujeres y hombres mexicanos, Casique y Frías exploran los cambios registrados en el trabajo (en su expresión más amplía: remunerado y de cuidado) en el contexto de la pandemia por Covid-19. Las autoras reflexionan en torno a una sobrecarga de trabajo en la vida de las mujeres, que retrata limitaciones adicionales para la participación laboral remunerada y mayores dificultades de reinserción laboral futura. Además, hacen visible el hecho de que esta situación impacta en las dinámicas familiares, y de manera muy importante “en la salud tanto física como mental y el bienestar femenino”. De ahí que señalen que “debe ser, desde ya, foco de atención” de la política pública.

Con un trabajo complejo y novedoso desde la perspectiva del curso de vida, Castro cierra el bloque de artículos respecto al ámbito laboral analizando dos cohortes de mujeres mexicanas para indagar de qué modo entrelazan su vida laboral con la familiar (especialmente en relación con el trabajo de cuidado de los hijos). Para exponer su reflexión acude tanto a la Encuesta Demográfica Retrospectiva de 1998 que identifica el cambio entre las cohortes nacidas en los años treinta y cincuenta, y también al “análisis de secuencias”.

Dos son los hallazgos centrales en este trabajo: el primero permite conocer que “las mujeres nacidas en los años treinta del siglo xx rompieron con el modelo tradicional de dedicación exclusiva al trabajo de cuidados de los hijos, y en algunos años combinaron trabajo remunerado y trabajo de cuidados, considerándose, así, una generación pionera en la combinación de trabajo en su concepción amplia”. El segundo hallazgo se refiere al hecho de que “las mujeres nacidas en los cincuenta del siglo xx son precursoras en la continuidad (años subsecuentes) y mayor duración (conteo del número de años) en el trabajo remunerado en combinación con el trabajo de cuidados”. Por lo anterior, la autora retoma una cita de Blanco (2002),[1] quien señala que “las mujeres nacidas a mediados del siglo xx son una generación de transición; [refiriéndose] a ellas con la metáfora del puente que une dos puntos: las hijas nacidas a mediados del siglo pasado son el puente y detonan el cambio entre las abuelas nacidas en los primeros treinta años del siglo pasado y las nietas que nacieron hacia el final del siglo xx”.

La perspectiva familiar está presente en el artículo de Gutiérrez y Rabell, quienes utilizan “el Censo de Población y Vivienda 2020 para describir los arreglos residenciales familiares extensos, donde conviven múltiples generaciones, y reflexionan sobre quién vive con quién y las posibles estrategias de control y mitigación de contagios”. Los arreglos familiares de este tipo, como bien señalan las autoras, han sido foco de atención en el contexto de la pandemia por Covid-19. Distinguen, además, dos tipos de arreglos extensos: los simples y los múltiples. La diferencia entre ellos es que los últimos contienen diversos núcleos familiares. Sostienen que dicha distinción es central para conocer los grados de vulnerabilidad frente al Covid-19. Añaden que alrededor de una tercera parte de la población menor de 65 años reside en arreglos extensos, si bien la proporción se incrementa para quienes tienen 65 años y más (superando 40%). Utilizando la pirámide de edad nos muestran las profundas diferencias que existen entre los dos tipos de arreglos familiares extensos. Y sostienen que su análisis “revela que los arreglos [múltiples] son los únicos en los que es posible observar más de dos generaciones que corresiden. [De suerte tal, que nos invitan a pensar que] la corresidencia de varias generaciones refleja aspectos culturales asociados a la fuerza de los vínculos familiares”.

Otra temática novedosa la ofrece el texto de Luna y Bolaños, quienes advierten que “El Padrón Electoral es un registro administrativo a cargo del Instituto Nacional Electoral, que por estar en una actualización continua y por ser válido y confiable, puede utilizarse para realizar investigaciones sobre los ciudadanos con una perspectiva demográfica”.

Las autoras añaden que “son numerosas las oportunidades de realizar análisis demográficos vinculados con el Padrón Electoral; no obstante, la principal limitación es que no existe una versión pública que permita aprovechar al máximo y de manera oportuna esta fuente de información”. Advierten, asimismo, que “Otra oportunidad de mejora del Padrón Electoral, que permitiría su análisis y escrutinio público, propiciando también un mayor cuidado en la captura de los datos, es la referente a la ocupación y escolaridad de las personas inscritas, por tratarse de un campo que se actualiza cada vez que se realiza un trámite; sin embargo, su secuencia [aún] carece de lógica cronológica”. Para concluir, Luna y Bolaños expresan que “aunque es cierto que la protección de los datos personales es mandato y prioridad del Instituto Nacional Electoral, es posible generar un archivo en formato libre que incluya, cuando menos, variables como sexo, entidad y año de nacimiento, entidades de los domicilios registrados, escolaridad, ocupación, año de registro y si el registro ha sido vinculado exitosamente a una solicitud de identificación de persona desaparecida o no identificada”.

El artículo de opinión, que se ha vuelto ya una referencia obligada en Coyuntura Demográfica, corre esta vez a cargo de Quilodrán quien, poseedora de una amplia trayectoria en el tema de las familias, sostiene que “la pandemia del coronavirus ha trastocado tanto la vida social como la familiar. [Por ello hace] un breve repaso de los procesos de reproducción social que se realizan en su seno y que están estrechamente interconectados con el mundo de lo público; [y nos dice que] el confinamiento obligatorio ha puesto de manifiesto una serie de fenómenos sobre los que es urgente reflexionar”.

Quilodrán añade: “El impacto ocasionado por la pandemia es de tal amplitud que obligará a utilizar toda la capacidad científica disponible para estudiar la nueva realidad que está surgiendo, y hacerlo desde ámbitos muy diversos: la lucha contra las nuevas cepas del coronavirus, sin descuidar en absoluto el de las consecuencias económicas, sociales, urbano-arquitectónicas, psicosociales y psicológicas relacionadas con el estrés al que llevan las restricciones e incertidumbres impuestas por la pandemia. No debemos olvidar tampoco que antes del Covid19 había muchos otros temas que preocupaban a las sociedades: el medio ambiente, la equidad de género, las pensiones por jubilación, aspectos a considerar al momento de concebir un nuevo bienestar social”.

Para concluir, ofrecemos el texto de una aleccionadora entrevista a Marta Ferreyra, Directora General de la Política Nacional de Igualdad de Derechos de las Mujeres del Instituto Nacional de las Mujeres, buscando saber de la importancia de contar en el país con un Sistema Nacional de Cuidados, a propósito de la iniciativa lanzada por el Senado el 21 de octubre de 2021 para expedir la Ley sobre el Derecho al Cuidado.

Esperamos que la lectura de los textos que integran este número resulte tan gratificante e instructiva como ha sido su preparación por parte de quienes colaboramos en su elaboración. 

Edith Pacheco Gómez

Directora Editorial

Coyuntura Demográfica

María Adela Angoa

Editora Adjunta

Coyuntura Demográfica

Agradecimientos

Reconocemos de manera especial la intensa y valiosa labor de quienes colaboran en las tareas de edición y diseño:  Guillermina Herrera Rendón, Maritza Moreno Santillán, Diego Romero Moreno y Rodrigo O. Villaseñor Rodríguez.

De igual modo, reconocemos el apoyo de las instituciones que colaboraron de distintas formas para hacer posible la emisión de este número de Coyuntura Demográfica. Hacemos patente nuestro agradecimiento al Instituto Nacional de Estadística y Geografía, al Fondo de Población de las Naciones Unidas, al Consejo Nacional de Población y al Instituto Nacional de las Mujeres, lo mismo que a El Colegio de México, la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, la Universidad de Guadalajara, la Universidad Iberoamericana, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede México, y El Colegio de la Frontera Norte.

Notas

[1] Blanco, Mercedes (2002). “Trabajo y familia: Entre-lazamiento de trayectorias vitales”, en Estudios Demo-gráficos y Urbanos, Vol. 17, Núm. 3 (51), pp. 447-483.

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